Sincronicidades

Posted: January 20th, 2023 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Sincronicidades

1. Hace cuatro o seis meses llegó a la oficina que trabajo un conjunto de libros sagrados sobre tradiciones esotéricas y temas de espiritualidad. Entre esos libros, llegaron varios de Gurdjieff que yo, de hecho, había estado buscando desde hace años. Pensé que era imposible encontrarlos dado lo atípico de tales libros. Pero una tarde llegaron a mí. Me los entregó una señora en una caja junto a varios tomos de sufismo, algunos libros de Krishnamurti y otros de ocultismo y diversas tradiciones secretas.

2. Hace dos o tres años transcribí en mi libreta negra la lista de 82 consejos que Gurdjieff le da a su hija. No sé si es apócrifa o genuina porque todavía no encuentro la fuente directa de Gurdjieff donde aparece esa lista. Di con ella porque Jodorowsky la cita. Pero apócrifa o no, transcribí la lista hace dos o tres años y desde entonces, cada que siento que pierdo dirección, la utilizo como una brújula, una guía de conducta. Ante una consciencia superior es placentero obedecer.

3. Mi primer libro de Krishnamurti, por cierto, lo compré hace más de cinco años en la misma manzana en donde recibí los libros sagrados. Todavía era universitaria y no conocía a Krishnamurti, jamás había leído nada suyo. Caminando por la explanada de Palacio, entre los puestos de incienso, joyería artesanal y libros usados, encontré Ante un mundo en crisis de Krishnamurti, un pequeño libro que no rebasa las 100 páginas. Creo recordar que el librero me lo vendió en 50 pesos, y yo dudé. El librero tuvo que justificar el precio cuando notó mi duda, y dijo que el precio no era ése por las condiciones o la extensión del libro, sino por su contenido. Pagué. Recuerdo esa tarde, yo acostada en la cama leyendo a Krishnamurti y sintiendo cómo esa lectura transformaba verdaderamente mi concepto de la vida.

4. Pasé el 25 de diciembre leyendo un libro de historias antiguas sobre budismo zen. No sé si ese libro llegó en el conjunto de libros sagrados o llegó después. Tampoco recordaba que los beatniks construyeron toda su literatura a partir de una intensa relación con el budismo zen. Pero estuve leyendo en estos días este libro y, de pronto, encontré una lista de consejos zen, como la otra de Gurdjieff, pero mucho más reducida. La lista era de Soyen Shaku. Apunté la lista en mi libreta negra. Frente al gran espíritu, disfruto obedecer.

5. Le conté a H que leo sobre zen y budismo. Le pregunté qué leer para entender el budismo, porque no sé nada. Me responde que lea a Suzuki. Compro un libro suyo: Vivir el zen. Abro el libro de Suzuki: fue discípulo de Soyen Shaku, alcanzó la iluminación con él.

6. Me invitan a una presentación de un fanzine, no quiero ir. Finalmente voy, animada por no sé qué impulso o esperanza. En la sala, las escritoras leen sus textos. Una de ellas escribió un texto sobre su búsqueda de lo sagrado y su posterior separación. Otra de ellas, ausente en el evento, escribió un texto sobre su experiencia en sesiones de mediumnidad. Canalizó tres veces a la bodhisattva Quan Yin. Yo tenía que ir a ese evento para verter algo de ese polvo sagrado en mi escritura.

7. El 25 de diciembre sentí que necesitaba crear mi propio altar. Desde entonces espero que llegue a mi casa una estatua de un buda en posición zazen. Recién me entero del carácter iconoclasta del budismo. Aun así espero emocionada mi pequeña estatua blanca. Es uno de los consejos de Gurdjieff: en el lugar donde habites, reserva siempre un lugar para lo sagrado.


Posted: January 13th, 2023 | Author: | Filed under: General | Comments Off on

Ningún cuerpo roza esta cama de sábanas blancas a partir de las ocho de la noche, sólo el mío. Nadie, además de mí, abre el cajón de la cómoda que descansa a mi costado izquierdo para sustraer ningún objeto. Después del ocaso, esta habitación se convierte en laberinto cerrado, sin embargo, hay quien duerme conmigo todas las noches. Tengo pruebas suficientes (más de cinco años de contacto telepático) para afirmar que ese ser, que duerme conmigo pero no duerme, no es algún tipo de presencia fantasmática. Tengo evidencias irrefutables de su existencia física y, a veces, cuando la huella mnemica de su presencia casi se ha difuminado en mí, le pido verle de nuevo. Él accede y aparece. Entonces sale de la lámpara del mago, pantalones vagos, cabello largo, a veces un cárdigan morado. La última vez, como todas las veces, me dijo que conmigo conoció el amor. Al despedirse, regresó a la lámpara temblando, porque esta última vez, como todas las veces, habló de separarnos. Ningún cuerpo roza las sábanas de esta cama por las noches, pero mi cuerpo no necesita otro cuerpo, sino sólo a ese ser construido de palabras, ese deseo cuya evocación y consumación perfecta y única no es corporal sino mental.


Posted: January 11th, 2023 | Author: | Filed under: General | Comments Off on

El auto de la escritora tiene nuevas llantas. La escritora pensaba en las llantas nuevas del auto, hoy, mientras esperaba en la mesa del restaurant el postre de yogur y frutillas que el cocinero le describió a la perfección cuando ella le preguntó por los ingredientes del postre y su preparación. La escritora pensó en las nuevas llantas del auto como un símbolo de la conquista de la vida práctica. No eran tanto las llantas en lo que ella pensaba sino en el proceso que tuvo que pasar para llegar al momento de estar sentada ahí, mirando el auto quieto, estacionado afuera, recibiendo pasivo un montón de gotas de lluvia de otra época.

Hace cuatro meses la escritora trazó un plan. Una y otra vez, la vida estropeó ese plan. La escritora padeció una invasión felina en su techo. Una serie de invasiones sonoras por las noches. Infecciones virales cuyo origen desconoce. Abducciones de objetos personales. Y el tortuoso intento de los jefes de la empresa donde trabaja de utilizarla para quién sabe qué corrupto plan, plan que por cierto la vida también se encargó de estropear.

Hace cuatro meses la escritora trazó un plan. Hace cuatro meses (pensándolo bien, qué cosa tan ridícula) la escritora trazó un plan.

La escritora no planeaba estar hoy viendo las llantas nuevas de su auto, pero lo hizo. Ella no planeaba terminar una reunión con un grupo de jóvenes escritores y sus tres tutores una tarde lluviosa de enero a sus 25, pero lo hizo. Y durante cuatro meses la vida estropeó todo posible plan y, sin embargo, ella continuó preparándose en el río bravo de la vida práctica, aunque la odiaba. Todavía hoy la escritora odia la vida práctica pero durante los últimos cuatro meses (entendió hace rato) se sumergió en ella para, una vez listos los timones, regresar a la otra vida.

La escritora conoció el zen de la vida cotidiana. Pero se acabó esa etapa para la escritora. La escritora sabe que inicia su vida de escritora.


La vida práctica

Posted: January 8th, 2023 | Author: | Filed under: General | Comments Off on La vida práctica

La vida práctica fluye feliz a su ritmo. Nada la detiene. Todo lo alcanza. Fuera de ella no conozco fuerza ni ritual que iguale sus dotes de metamorfosis.

La vida práctica fluye, arrolladora. Me rebasa, me convierte en nada y, sin embargo, gracias a ella, por vez primera, he cambiado de lugar.


Love Positions

Posted: October 28th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Love Positions

Una pareja camina delante de mí. Ambos van uniformados y avanzan entre el tumulto tomados de la mano. Ellos no están al tanto de que los veo, pero yo pienso en lo anacrónico de ese gesto -caminar tomados de la mano- y siento un poco de pena, de asco, de conmiseración. Segundos después, me encuentro furiosa de envidia.

Ellos siguen caminando mientras yo continúo viéndolos, siguiéndoles los pasos. De nuevo siento pena de sus zapatos sucios y desgastados, pena del estilo que nunca tendrán. Veo que el pantalón de ella está remendado con hilo rosado justo arriba de sus caderas (el pantalón es azul oscuro) y yo pienso -pienso- que me gustan sus caderas, pero no soporto esa discordancia de color.

Luego alzo unos centímetros la vista. Veo que el uniforme de él tiene una leyenda inscrita: Hong Kong. Él es uno de los operadores de ese lugar, él es uno de ellos. Pero ahora, en plena tarde, camina de la mano con su novia. Esa mujer. Esas caderas, esa mujer.

La escena está hecha en mi cabeza. Yo pienso. Imagino todo lo que, en condiciones existenciales como las suyas, podrían hacer ellos. Camino a sus espaldas y pienso, pienso. Imagino las formas que adquiere el romance cuando se reúne una pareja de meseros. Él trabaja en el table dance más lujurioso de la ciudad. Ella, probablemente en uno de esos bares subalternos. Todas las noches ella llega con él a la cama fingiendo ser ellas, todas ellas. Hay una noche especial en que ella se disfraza de Cindy, por ejemplo. Por las noches, ella es Cindy, Kimberly, Mayra, Yajaira. Durante esos trances, él sólo continúa su papel de espectador.

Caminan frente a mí y yo pienso en ellos.

Pienso cuáles son las formas del amor entre una mesera de la primera y un mesero del Hong Kong.


Dirty Laundry

Posted: October 28th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Dirty Laundry

Me gustaría decir que aprecio a esa horda de humanos desamparados, olvidados por las divinidades, pero les falta tanto estilo, gusto, fineza, que lo único que alcanzo a sentir es una honda pena. Profundo, profundo asco.


Literal Madness

Posted: September 21st, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Literal Madness

Lo verdaderamente obsceno, inaceptable, en tiempos como éstos, es que alguien exija al resto de la humanidad preocuparse por los picos de los pobres colibríes de algún extraño lugar, picos cuyas cavidades han sido invadidas por dañinos hongos, a causa de algún desecho contaminante -pútrido- que algunos seres humanos arrojaron al ambiente.

Justamente eso fue lo que leí hace unas horas en la sección de comentarios de un foro de consulta pública, de donde se supone saldrán nuevas iniciativas para legislar la ciudad. Primero me reí, pero ahora, en serio, me acuerdo de todo esto y me da náusea. ¿Abogar por los colibríes en un momento histórico en que todos, todos, estamos al borde de la desaparición? Oh, pero pobrecitos colibríes. No se vayan a morir. Qué indolencia la de nosotros, qué perversos, qué malvados, los egóticos humanos.

El colmo: esta coherente petición fue hecha por el humano en cuestión desde una cómoda ventana virtual. La lucha por los derechos de los animales (¡oh, cuánta compasión!, ¡un aplauso para este hombre, por favor!) al alcance de un click.

Lo confieso. Como humana, lo único por lo que siento verdadero asco, son los otros humanos.


The Cat Inside

Posted: September 21st, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on The Cat Inside

Pensaba que el maullido ininterrumpido de ese gato arriba de mi techo era el infierno. Y me alegré cuando no lo escuché más.

Ahora entiendo que el verdadero suplicio empezó cuando dejó de maullar.


Las proyecciones del ego

Posted: September 12th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Las proyecciones del ego

Cuando tú señalas mis defectos de ego, ¿señalas realmente mis defectos de ego o señalas los tuyos a través de alguien que tú crees que soy yo?

Y cuando yo pregunto esto, ¿señalo realmente tus defectos de ego o sólo estoy rechazando mis propios defectos y atribuyéndotelos porque no puedo aceptar que los tengo?

El juego eterno. Repruebas mi ego y yo pienso que deberías revisar el tuyo. Luego repruebo tu ego y tú piensas que debo revisar el propio.

Juego sucio el de las proyecciones del ego.


La escritura y el ego II

Posted: September 12th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on La escritura y el ego II

Un texto propio también se construye de la escritura de los otros.

Me repito: un texto propio también se construye de la escritura de los otros.

Barthes knows.