Tendencies

Posted: June 5th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Tendencies

Dos tipos de escritores: los que al escribir, quieren escribir de modo más refinado que su oralidad, es decir, que se note la costura del lenguaje; y los que al escribir, intentan escribir como si no estuvieran escribiendo, y eliminan las costuras hasta el absurdo.

Odio a los segundos.


Lo que hay afuera

Posted: June 5th, 2022 | Author: | Filed under: General | Comments Off on Lo que hay afuera

Probablemente, si yo fuera al psicoanalista, me habría abstenido de tomar ese libro de la estantería. Pero terminé el tratamiento hace unos meses y ahora no tengo voz externa que me prevenga de mi masoquismo. Pienso que mi ex-psicoanalista pudo haber confirmado su teoría (o quizá es la mía?) de mi negativa a pagar el precio, tanto económico como psicológico, que implica embarcarse en un proceso terapéutico. Y lo pudo confirmar porque cuando regresé después de una primera pausa y pagué el precio completo del tratamiento, no tardé ni un mes en huir de nuevo, esta vez con argumentos completamente ajenos al tema del dinero. Con un nuevo trabajo, ése era un pretexto que no podía utilizar.

Pero si yo todavía fuera al psicoanalista, probablemente ella me habría advertido de no acercarme a lecturas que significaran en mí algún tipo extraño de tortura, como ésta que ahora hago. Durante los últimos dos días he deseado que una voz me dirigiera esa advertencia, como cuando la protagonista de El cuaderno dorado le confiesa a su psicóloga que la lectura del periódico la perturba y la psicóloga le contesta que, en ese caso, deje de leer el periódico. Ése día entendí que sería mejor dejar de leer los libros que me hacen daño y, entonces, dejé de leer los libros de ella.

El problema es que me encontré con una segunda ella. No es ella, sino la otra, la otra ella, cuya escritura también he buscado (y simultáneamente ignorado) con un placer morboso. El otro día que acompañé a Liz a esa biblioteca (que, por cierto, le disgustó enormemente), hurgué entre los estantes queriendo encontrar algo que me proporcionara algún tipo de sadoplacer. Para mi fortuna lo encontré. Sustraje el libro de la biblioteca; ahora descansa a mi lado, sobre mi mesa. Lo peor de todo: hay dos fotos de ella. Lo peor peor: se llama como yo.