YES

¿Crees que sea plausible llorar de placer?

Yo no tengo respuesta, sólo un método vago para cambiar la pregunta.

Nuclear Waste

Toda escritura verdadera es escritura para nada. Es imposible que la escritura verdadera sea para algo. Si la escritura es para algo, es escritura para el mercado, para el mundo literario, para el elogio de la crítica, para el aplauso público. En ese momento, la escritura comienza a justificarse a sí misma mediante motivos válidos, que en realidad deberían llamarse motivos inválidos, pues nunca un escritor verdadero necesitó defender ante nadie su escritura. Toda la escritura debería surgir en el vacío. De un lugar donde no existe nada, ninguna enseñanza, ningún humano inepto, ningún recuerdo. La escritura debería llamarse bomba atómica. Extinción. El origen y fin de la escritura es la nada. Fuera de la nada no hay escritura sino algo cercano al marketing o a la publicidad. Fuera de la nada hay un espacio de falsos reconocimientos, de falsos maestros y de momentáneo éxito que sólo dirigen a la escritura hacia un lugar que en realidad está fuera de ella. Toda escritura es escritura para nada, pero también toda escritura verdadera provoca su propia nada, porque cuando la verdadera escritura surge, extingue el mundo mediocre que la precedió. Toda escritura verdadera elimina la relación, es escritura absoluta, fundada sobre su propia causa. La única escritura posible es la escritura anárquica: escritura por nada, desde nada, para nada. 

¿Mercado o mercadotecnia?

El mercado no existe, porque la existencia del mercado presupone la existencia de consumidores informados que eligen entre una gama de opciones la que mayor beneficio les provee. Adversiting is explicitly devoted to undermining markets. No hay decisiones de consumo informadas, sino sólo decisiones estúpidas inducidas por la mercadotecnia.

This Thing Called Capitalism

No, los humanos no seremos capaces de sobrevivir a los ataques del monstruo económico que construimos. De hecho, ya caímos en sus mejores trampas. Ayer escuchaba a Chomsky decir, en su habitual tono relajado y sensato, que de hecho una de las estrategias procapitalistas más efectivas son los movimientos antigobierno. Para el ciudadano común, es casi un mandato moral estar en contra del gobierno o, en su versión moderada, ser crítico de él, ya que no es un secreto para nadie que los sistemas de gobierno en casi todos los países son fraudulentos, promiscuos, mentirosos e ineficientes para la mayoría de la población. Sin embargo, el movimiento antigobierno no hace más que fortalecer a la iniciativa privada, ya que un país cuyo gobierno no hace bien las cosas es el perfecto playground para las empresas sedientas de un cautivo consumidor. Alguien lucra con la precarización sistemática en que el gobierno mantiene a su población; quizá ese alguien es el gobierno mismo en su disfraz privatizador. Yep, los movimientos antigobierno son inesperadamente rentables y capitalizables. 

Hegel vs. Marx

Hegel ganó. Marx creyó corregir a Hegel al postular la lucha de clases (las condiciones económicas) como la fuerza propulsora de la historia. Marx acusó el idealismo de Hegel, lo juzgó un conjunto de falsas representaciones que el hombre se hacía de sí mismo. El Absoluto no fue para Marx sino un fantasma cerebral: residuos de la concepción teológica y religiosa de la historia. En cambio, Marx defendió la subsunción del capitalismo por el comunismo. Marx creyó que era posible derribar el modo de organización capitalista de la sociedad. Pero Marx fantaseó. El único fantasma siempre ha sido el comunismo. Hegel ganó: en cada catedral, el fantasma cerebral del Absoluto adquiere realidad. En todo el mundo, la religión existe. Pero el comunismo nunca llegó. Lo que para Marx era lo más alcanzable, lo único necesario, lo más real, no ha sido nunca más que una fantasía conceptual. El materialista se perdió en la idealidad de su ficción; en cambio, el idealista atestiguó siempre la materialización de sus ideas.

Después de la muerte de Dios

Cuando un pensador radicaliza su estética, es decir, cuando piensa independientemente la estética de la ética, usualmente se vuelve conservador. Nietzsche es un caso, Borges es otro, Marcuse, otro. Por ejemplo, en Nietzsche, el último valor disponible después de la muerte de Dios, es el valor estético. Sólo como fenómeno estético están justificados el mundo y la existencia.

Cita de Sartre

“Una obra no llega nunca a la belleza si no se escapa de las manos del autor de una u otra manera. Si el autor se describe a sí mismo sin quererlo, si sus personajes se le rebelan y le imponen sus caprichos, si las palabras conservan bajo la pluma cierta independencia, la obra sale mejor”.

Autoanálisis

Mi problema consiste en que construí una teoría estética y una poética para mi futura obra, pero no he construido un ápice de tal obra. Instalé los andamios, pero olvidé apilar los ladrillos.

Nota

Leer a Bataille (La experiencia interior), a Kierkegaard (Temor y temblor, El concepto de la angustia).

Leer a Husserl (Investigaciones lógicas, Meditaciones cartesianas).

Leer a Baudelaire (Las flores del mal), a Rimbaud (Infierno). 

Si es posible, morir leyendo.

Surrealistic Pillow

Como escuchar White Rabbit de Jefferson Airplane a las 4 de la mañana en un hotel de la Ciudad de México y pensar que ese momento en el espacio-tiempo es el único centro del universo.